Es ampliamente conocido el efecto que tiene la actividad física para nuestra salud, pues en la mayoría de los casos genera una acción positiva en el funcionamiento de los distintos sistemas que conforman el cuerpo, dentro de los que también destaca el sistema inmunitario.
Aunque es cierto que todavía hace falta más estudios científicos que ayuden a definir con exactitud el cómo influye el ejercicio en el sistema inmunitario, si se existen distintas teorías científicas que aseguran que la actividad física es determinante para fortalecer las defensas del cuerpo.
¿Cómo influye la actividad física en la respuesta inmune?
Si se compara el funcionamiento del sistema inmunológico de una persona sedentaria con la de una persona que realiza ejercicios de forma moderada y habitual, se puede observar como existe una reducción significativa del riesgo de padecer enfermedades infecciosas.
Dentro de los efectos que señalan ciertas teorías resaltan los siguientes:
- Practicar ejercicios produce una elevación de la temperatura corporal que puede interferir en el crecimiento de las bacterias, lo que le ayudaría al cuerpo a combatir de manera más eficiente una infección, ya que esto actúa de una manera parecida a la que la hace la fiebre.
- El ejercicio puede contribuir con la eliminación de bacterias que se alojan en los pulmones, lo que ayudaría a combatir gripes, resfriados o distintos tipos de infecciones y enfermedades respiratorias.
- La actividad física generan cambios en los anticuerpos y los leucocitos, estos últimos son las células que forman parte del sistema inmunitario y que tiene como función combatir enfermedades por medio de los anticuerpos, estos dos elementos tiene una circulación más acelerada cuando se realiza actividad física de forma habitual, así que hace que la respuesta inmunológica sea más rápida y eficiente.
- La práctica de ejercicios ayuda a reducir la producción de hormonas relacionadas con el estrés, y como se sabe el estrés está ampliamente relacionado con las probabilidades de padecer infecciones, por lo que la actividad física representa una buena manera de mantener las defensas del organismo frente a estas infecciones.
Mucho ejercicio no es bueno
A pesar de los innegables beneficios que tiene la práctica de ejercicios, también hay que tener en cuenta que un exceso de este puede ser perjudicial, pues existen estudios científicos que aseguran que realizar actividades físicas intensas de forma repetida puede llegar a perjudicar la salud general del cuerpo, incluso el funcionamiento del sistema inmunitario.
Además, la práctica de ejercicios siempre debe estar sujeta a las condiciones físicas y al estado de salud particular de cada persona, así como también es importante ejecutar ejercicios de forma correcta, por eso se recomienda consultar con expertos antes de iniciarse.
No es solo ejercicios
También es indispensable tener en cuenta que el sistema inmunitario es bastante complejo y depende de una gran variedad de factores, así que además de ejercicios, es importante mantener una buena alimentación, no exponerse a agentes contaminantes, mantener un equilibrio mental, y descansar bastante, pues el sueño también es una de las claves de la salud.