¿Quién no conoce la manzana? Un fruto comestible que se caracteriza por ser una de las frutas predilectas; un manjar adecuado para elaborar postres y por supuesto un alimento lleno de beneficios y fácil de adaptar a la vida diaria.
No obstante es una fruta delicada, pues requiere cierta temperatura y no se da en las zonas tropicales, puesto que no son resistentes al inminente calor.
Ahora bien, todos conocemos los colores de la manzana así como su sabor, pero esta no es su única variación; todo lo contrario, existen una serie de tipos de manzana que de acuerdo a sus características, tiene un uso y un puesto en la dieta humana.
Las variantes de la manzana hasta ahora conocidas son:
- La amarilla o Golden
- Reineta
- Bicolor
- Roja
Como se puede apreciar, variedad sobra pero lo importante de todo esto es saber escoger, ya que cada tipo tiene un detalle único.
Para los amantes de las frutas, acá una serie de datos interesantes que no pueden ser ignorados.
Propiedades
La composición nutricional de la manzana es muy compleja, y de hecho es una de las frutas más ricas en nutrientes y que mayores beneficios aporta al organismo.
La fibra es una de los nutrientes que encabeza la lista, razón que la posiciona en los batidos détox y demás bebidas para evitar el estreñimiento.
Aunada a esto están presentes las vitaminas, destacando de estas el retinol, betacarotenos, tiamina, riboflavina, niacina; así como la vitamina B6 y el ácido fólico.
Otra de las vitaminas que aporta la manzana son C, K y E; mientras que hay una serie de minerales de la talla del calcio que también están presentes.
De igual manera la fruta es rica en hierro, magnesio, manganeso, fósforo, potasio, sodio y zinc.
Cabe destacar que la manzana es fuente de proteínas y grasas pero en muy pequeñas proporciones, así como de hidratos de carbono.
Beneficios de la manzana
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Rica en fibra
La manzana contiene un tipo de fibra llamada pectina, la cual es soluble y no es absorbida por el intestino.
Asimismo se encarga de retener el agua, por lo que termina convirtiéndose en un gel, el cual se encarga de absorber la basura intestinal.
De esta forma facilita la expulsión de toxinas por medio de las heces.
La manzana como fuente de ácidos
Esta fruta es una fuente de ácidos orgánicos , los cuales constituyen entre un 1% y un 1,5% del peso total de la fruta.
Se ha comprobado que los ácidos contenidos ejercen una acción antiácida tanto en la sangre como en los tejidos. De esta forma contribuye a la prevención del cáncer, renueva la flora intestinal, evita la fermentación y es además un limpiador bucal natural.
Controla el colesterol y la azúcar en la sangre
Con ayuda de esta fruta es posible controlar los niveles de colesterol en la sangre, puesto que los flavonoides que aporta en conjunto con la pectina logran un equilibrio y a su vez reduce el riesgo de infartos al miocardio.
Por otra parte, médicos de todo el mundo están de acuerdo en que la manzana es buena para los diabéticos, ya que contiene azúcar en forma de fructosa, la cual no causa ningún tipo de anomalía ni desbalance en el organismo.
Efecto depurativo de la manzana
Este es posiblemente uno de los efectos más famosos de la manzana, puesto que su alto contenido en fibra en forma de pectina favorece la desintoxicación del organismo.
Asimismo combate el estreñimiento, ya que la pectina estimula el trabajo de la flora intestinal.
Antiinflamatorio
Dado que la manzana contiene taninos y flavonoides, hace posible un saludable efecto astringente y antiinflamatorio; señal clave de la formación de procesos cancerígenos en el cuerpo.